Supongo que más de una persona conocerá la leyenda de la isla fantasma de las Islas canarias. Lo que me ha parecido interesante es la cantidad de datos que confirman que existe. Juzga tú mismo y llega a tu propia conclusión.
Las Islas Canarias(España) son siete islas; pues no: son ocho. Existe una leyenda popular de una isla que aparece y desaparece desde hace varios siglos que fue bautizada como isla de San Borondón.
Lo cierto es que ya desde el siglo XV , fecha en que comienza la colonización de las Islas Canarias, empiezan a oírse los relatos de una octava isla, que a veces se divisaba al oeste de La Palma, El Hierro o La Gomera. Cuando los navegantes intentaban aproximarse a ella, y se encontraban a la vista de sus costas, montañas y verdes valles, la isla se veía repentinamente envuelta por la bruma y desaparecía. Evidentemente, la isla fue rápidamente identificada con la mítica isla de San Brendan, que por evolución del lenguaje, en Canarias, se convirtió en "San Borondón”.
Los mapas y representaciones son muy numerosos; aparece en el Mapamundi de Jacques Vitry (siglo XIII), Imago Mundi de Rober d’Auxerre (1265), Planisferio de Hereford , realizado por Richard of Haldinghan (finales del siglo XIII), Planisferio alemán de Ebstorg (Con la inscripción “Isla Perdida. San Brandán (siglo XIII), Carta de Piciano (1367), Mapa anconitano de Weimar (1424), Mapa genovés de Beccari (1435) y unos cuantos más... el más reciente, la Carta geográfica de Gautier (1755).
Y como no se puede dejar de mencionar que Cristóbal Colón en su diario de abordo, el día martes 25 de Septiembre de 1492 deja claramente escrito que vieron tierra en las siguientes coordenadas "Gueste, y que fuesen todos al sudeste adonde avía parecido la tierra. Avrían andado aquel día al Gueste 4° leguas y media, y en la noche al sudeste 17 leguas..."(textual)
El diario del Almirante Colón indica que todos los marinos se subieron al mástil mayor para ver la tierra y pese a estar hasta la noche tratando de divisar esta visión de tierra que muchos vieron, desapareció y no lograron localizar esa tierra anunciada por Martín Alonso. Lo sabemos hoy en día gracias al detalle de Colón de anotarlo, ya que las coordenadas indicarían que estaban cerca donde habitualmente los testimonios son mayoritarios respecto a la visualización de San Borondón.
El diario del Almirante Colón indica que todos los marinos se subieron al mástil mayor para ver la tierra y pese a estar hasta la noche tratando de divisar esta visión de tierra que muchos vieron, desapareció y no lograron localizar esa tierra anunciada por Martín Alonso. Lo sabemos hoy en día gracias al detalle de Colón de anotarlo, ya que las coordenadas indicarían que estaban cerca donde habitualmente los testimonios son mayoritarios respecto a la visualización de San Borondón.
- En 1526 se realizó una expedición a cargo de los vecinos de Gran Canaria, Francisco Álvarez y Hernando de Troya.
- Se vuelven a repetir intentos infructuosos los años 1569 y 1570, Este último año tiene una gran recopilación de testimonios gracias al Gerente de la Real Audiencia de Canarias, Hernán Pérez de Gando. Este año fue muy intenso en testimonios sobre San Borondón, siendo uno de los principales el aportado por el experimentado piloto natural de Setúbal (Portugal) Pedro Vello, quien aseguró haber desembarcado en la misteriosa isla junto a dos marinos más, debido a una gran tormenta. Su descripción es de una tierra con aguas aptas para beber, arroyos limpios; logró ver una pequeña cruz incrustada en un árbol, observó vacas, ovejas y cabras pastando tranquilamente. Debido a las inclemencias del tiempo volvió a embarcar sin sus dos compañeros. A su regreso, cuando la tormenta amainó le fue imposible encontrar la isla donde había estado.
- En el año 1604 la pareja formada por Gaspar Pérez de Acosta y Fray Lorenzo de Pinedo también les fue esquiva la suerte de encontrar la misteriosa isla.
- La última expedición en búsqueda de San Borondón fue protagonizada por el Capitán General de Canarias Juan Mur y Aguirre en el año 1721, debido a nuevos testimonios oculares en la isla de El Hierro y La Palma. Al frente de esta aventura estaba el Capitán Gaspar Domínguez y los frailes franciscanos Pedro Conde y Francisco de Cristo, pero tampoco hubo éxito en la búsqueda de San Borondón.
- Hay observaciones en los años 1802 (Mayo) 1865 (Octubre)
Un desconocido naturalista que fue condenado al ostracismo tras afirmar haberse paseado por la isla de las siete capitales y cuyos testimonios gráficos fueron completamente desechados por la rígida sociedad Británica, su nombre EDWARD HARVEY.
Un desconocido naturalista que fue condenado al ostracismo tras afirmar haberse paseado por la isla de las siete capitales y cuyos testimonios gráficos fueron completamente desechados por la rígida sociedad Británica, su nombre EDWARD HARVEY.
Esto es parte del diario de Edward Harvey, concretamente cuando toman tierra en una isla desconocida y tienen que efectuar reparaciones en su barco "La cruz del sur" y aprovechan para explorar:
15 de enero de 1865. Territorios desconocidos.
He decidido con el capitán que me trasladaré a tierra. Entre los equipos que hemos traído para la expedición hay varias tiendas de campaña. Estamos en la montaña más alta del territorio, la tarde se ha despejado y hemos podido divisar prácticamente todo el contorno del territorio y he llegado a la conclusión de que estamos en una isla, posiblemente deshabitada. Hay unas nubes bajas sobre el bosque que nos impiden reconocer la parte noreste de la isla, pero el resto es totalmente visible desde aquí.
Estamos en una isla. Una isla desconocida y deshabitada, una isla en medio del océano. Empiezo a albergar la esperanza de que estos territorios desconocidos sean San Borondón.
Contaré lo que ha acontecido en todo el día de hoy:
Al desembarcar, Simón ya había elegido el lugar donde montaríamos el campamento. Nos hemos instalado un poco alejados de la costa, en una zona boscosa, por lo protegidos que estaríamos en caso de más lluvias. decidí ir con dos marineros que iban en busca de víveres hacia la parte superior de la isla. El camino de ascenso fue bastante complicado, y en algunas ocasiones arriesgado. Estaba todo muy embarrado debido a las lluvias que habían cesado esa misma mañana. Por cada dos pasos que dábamos, descendíamos uno. Debíamos subir a la cumbre y averiguar de una vez por todas dónde nos encontrábamos y si había alguna población cercana en la que poder solicitar ayuda. Tras largas horas de ascenso durante las que atravesamos unos espesos bosques de árboles entrelazados y suelos musgosos, escalamos el último tramo de la montaña, más escarpado y rocoso. Estábamos en una isla, y solos.
No había ningún indicio de asentamiento humano. En ese instante algo en mi estómago se encogió. Me di cuenta, en lo más alto de la isla, que me encontraba en San Borondón.
En el descenso, los marineros se dedicaron a cazar unos reptiles de una especie totalmente desconocida que hubiesen podido atrapar con las manos, ya que no huían ante la presencia de los hombres, pero a los que disparaban por miedo a ser atacados (ya que poseen un aspecto bastante fiero). Los dibujé en cuanto llegamos al campamento. Cuando descendíamos, otro hecho insólito perturbó el ambiente: íbamos ya hacia el campamento cargados con las capturas, cuando un estruendo aterrador rompió el silencio. Todos los pájaros se callaron de repente, y de nuevo, aquel desgarrador alarido. Era similar al grito de una bestia, pero yo se lo atribuyo al viento o algún derrumbamiento en el interior de la isla. No hay criatura que pueda realizar tal sonido. Los marineros estaban bastante asustados y apresuraron su paso hasta el campamento. Cuando llegamos todavía quedaba un rato para que anocheciera y el campamento estaba totalmente listo.
Me retiré con Simón y le comenté mis sospechas respecto a la isla. Pareció muy satisfecho al entender que habíamos logrado el primer objetivo de nuestra misión. Ahora nos quedaba lo más difícil: estudiar la isla la mejor posible y saber regresar habiéndola situado en un mapa. Bajé hasta la costa con uno de los marineros, que hizo varias señales al barco que fueron contestadas de inmediato. El marinero me acercó hasta el Cruz del Sur. Le conté a Rafael Méndez lo que había acontecido hoy y mis sospechas de que nos hallábamos en la isla de San Borondón.
Ahora me encuentro en el campamento, los marineros han bajado a tierra la mesa que tenía en mi camarote. Todos mis enseres están aquí: la prensa para la herborización, mis frascos de muestras. mi lupa, y mis láminas y pinceles de dibujo. Todo lo que necesito para realizar un exhaustivo estudio de lo que encuentre en la isla, incluidas la cámara fotográfica y las emulsiones de colodión -que tan extraordinarios e insospechados resultados están dando.
Mañana partiré junto con Simón a explorar la zona oeste de la isla. He distinguido claramente un gran volcán rodeado de malpaís y en la parte interior, entre las dos cordilleras que componen la isla, hay una ciénaga, o lago, que también me gustaría observar. No es una leyenda, lo era porque nadie supo nunca situarla en un mapa con exactitud. Por eso decían que aparecía y desaparecía. Que era la non trubada. Pero ya no lo es. Ahora es mía y de la Corona Inglesa. Quiero explorarla hasta su último rincón, examinar cada especie animal y vegetal que habite en ella.
En los tiempos modernos que corren no están ausentes de testimonios adaptados a nuestra tecnología moderna.
La inutilidad de aquellas expediciones hizo que paulatinamente se fuese aceptando la idea de que no era posible localizar la Isla allí donde los mapas señalaban su presencia. Hubo otras expediciones, pero de todo aquel afán sólo quedó la certeza de lo inexplicable.
La Isla de San Borondón, cuando se deja ver, lo hace en circunstancias que nada tienen que ver unas con otras. Unas veces ha sido a cielo despejado, sin brumas que deformasen la visión, otras, con nubes oscuras y amenazadoras. Esa diversidad de las condiciones climatológicas contradice la argumentación de quienes sostienen que la Isla sólo es producto de una especie de espejismo.
Pero entonces, ¿cómo explicar la aparición de la Isla de San Borondón cuando en el cielo no hay nubes? Y lo que es más extraño: ¿cómo justificar que los testigos la describan de forma muy similar?... Las hipótesis científicas ceden ante los enigmas.
Pero entonces, ¿cómo explicar la aparición de la Isla de San Borondón cuando en el cielo no hay nubes? Y lo que es más extraño: ¿cómo justificar que los testigos la describan de forma muy similar?... Las hipótesis científicas ceden ante los enigmas.
Hay otros enigmas sin resolver, el de las frutas y ramas náufragas. Con frecuencia, y en especial después de las tempestades del Noroeste, en las playas de La Gomera y El Hierro, encuentran frutas, ramas y hasta árboles casi enteros desconocidos. ¿Vendrán de la Isla de San Borondón?
Bueno a lo mejor algún día la vemos aparecer y desaparecer de nuevo, eso nunca se sabe, son leyendas populares ¿o no?
P.D.: Me gustaría invitaros a mi nuevo blog y que os sintáis como en vuestra casa. Gracias por visitarme, un beso para todos.
Precisamente mañana me voy a las Canarias. Intentaré ver esa isla y si la encuentro serás la primera en saberlo. Saludos
ResponderEliminarPepe...
ResponderEliminar¡Que casualidad! te imaginas que la vieras, serias un privilegiado, me lo cuentas todo jaja. Se que la entrada es muy larga y eso que quitado datos, pero ibais a tardar en leerla 3 horas.
Buen viaje, ya me contaras.
Un beso de la maga curiosa.
Oh! Qué maravilla, señora reportera! Desconocía totalmente esta información, lo cual me ha hecho leer de un tirón, con ansia y sin saborear, así que voy de nuevo a por ello!
ResponderEliminarUn abrazo y gracias, parece mentira todo lo que desconocemos, cada día sé menos!
Buen domingo.
Reportera sin titulo jaja. Has visto que curioso. Me imagino a todo el mundo mirando a ver si ve la isla.
ResponderEliminarCada día aprendemos más, ya ahora tenemos la información más cercana. Y tienes razón no nos fijamos de lo que tenemos alrededor y gracias a ti guapa.
Un beso de la maga curiosa
Hola Maga, más que curiosa ...
ResponderEliminarHas hecho un magnifico trabajo de reportera , como dice Verónica , pero como soy un poco escéptica , me pregunto como hoy con todos los adelantos tecnológicos que hay no se ha , todavía , encontrado dichosa isla .
Digo dichosa , pues sería una maravilla de isla misteriosa .
Besos desde Málaga .
Qué curioso todo, y qué misterioso :)
ResponderEliminarUn beso^^
Yo el jueves vuelvo a casa de mami en Canarias donde crecí, conozco san Borondón, no la he visto nunca creo que no se muestra a todo el mundo hay que ser un elegido, es nuestras isla más X, por los expedientes.
ResponderEliminarHas hecho un trabajo documentalista muy bueno.
Besos
Que interesante :)
ResponderEliminarNo conocía nada de esta isla, sería genial poder verla.
Besos :)
http://www.youtube.com/watch?v=15_PgoujSV0
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=kJlbKXT5dG0
http://www.youtube.com/watch?v=CzA_YGt4aUk
Vivimos en Canarias, Tenerife y Las Palmas, entre 1975 finales de 1779.
En el folklore Canario se canta y habla constantemente de San Borondón.
Hasta ahora, desde luego, no parece que esté muy claro, pese a lo que dice Annick, opinión que comparto.
Pero te dejo tres links de youtube.
El último es del programa Cuarto Milenio de este año, y no desvela nada nuevo.
Así que seguiremos llamándole "misterio".
Un excelente trabajo de investigación, en n tema que además, fuera de Las Canarias, no tiene demasiada repercusión.
Un besitos.
Muy curioso,un misterio,casi de leyenda,te felicito por tu trabajo de investigación,minucioso y curioso.Documentado con detalle lo cual hace más interesante tu post,abres una puerta maravillosa el deseo de saber mas.
ResponderEliminarUn abrazo guapa me voy a saludarte por tu otro blog.
Annick...
ResponderEliminarComo te comente por telefono, hubo expediciones en los años moderno, pero sin ningun resultado, pero estoy contigo podrian haberla encontrado, ahí es donde esta el misterio.
Un beso de la maga curiosa.
Isa...
ResponderEliminarHas visto, esta curiosa la historia, y que misteriosa, un poco de misterio a la vida.
Un besote de la maga curiosa.
Querida Magamerlin, vengo a visitarte y a dejarte un beso.
ResponderEliminarSabrás disculpar que no lea tu post, me es imposible leer entradas tan largas.
Te deseo unas muy felices fiestas y un estupendo recibimiento del próximo año en compañía de los tuyos.
un besazo
40añera...
ResponderEliminarPues que pases felices fiesta con la familia. Quien sabe a lo mejor eres unos de los elegidos, te imaginas.
Un beso de la maga curiosa.
Gema...
ResponderEliminarA mi no me importaría verla. Hay mucha gente que no conocemos muchas cosas, la verdad es yo en los blog aprendo mucho, me imagino que tu también.
Un besote bonita.
Luna...
ResponderEliminarEs lo que estaba comentando, que mucha gente no conoce la historia, pero para eso estamos nosotros lo blogueros jajaja. Además es bueno mantener algo de misterio.
Un besote guapa.
América...
ResponderEliminarYa te he visto en el otro blog, gracias por pasarte. Me encantan las leyendas y con un poco de misterio mejor. Y mi también me gustaría saber más pero no aparece, esta de vacaciones de navidad jaja.
Un besote guapa.
Fabrisa...
ResponderEliminarNo te preocupes, lo entiendo, y eso que he omitido datos, pero había algunos que no los podía quitar eran importante. Como sabrás mis entradas no suelen ser tan largas, solo en ocasiones
FELICES FIESTAS PARA TI Y LOS TUYOS, y que no nos atragantemos con las uvas.
Un beso de la maga curiosa.
Muchas gracias por el comentario. Muy felices fiestas para todos, un besazo.
ResponderEliminaryo vivo en las islas canarias y la hé visto muchas veces
ResponderEliminarno es nada del otro mundo
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