
CEREALES KELLOGG´S.
De ingenioso “remedio” a popular alimento.
Al igual que pasó con la archiconocida Coca-Cola, que nació como jarabe y, con el tiempo, se convirtió en el refresco más popular del planeta Tierra, los cereales Kellogg’s también cuentan con su particular historia. Su decimonónico creador, el señor John Harvey Kellogg, tenía su personal punto de vista sobre un tema tabú en la época: la masturbación. Y creía contar con un remedio, digamos medicinal, para curar tan perniciosa práctica.
Y es que mediados del siglo XIX, masturbarse estaba pero que muy mal visto. La religión jugaba un papel importante en la sociedad estadounidense y este acto de onanismo se consideraba como uno de los peores pecados. De hecho, la gente creía que esta reprobable práctica comportaba desgracias de todo tipo, tales como cáncer, impotencia, locura y debilidad mental, entre otras (seguro que a algún hombre –de hoy en día- le sonará el asunto…). Para este enorme problema social, el señor Kellog pensaba que había encontrado la solución perfecta.

El señor Kellogg (doctor en medicina) nació en Tyrone, Nueva York, en 1852. Hijo de John Preston Kellogg y Ann Janette Stanley, hacia 1860, la familia se había trasladado a Battle Creek, Michigan, donde su padre fundó una fábrica de escobas. Más tarde, John trabajó como aprendiz de imprenta en una editorial de Battle Creek. Con posterioridad, cursó estudios en un colegio público en Battle Creek y después en la Escuela Médica de la Universidad de Nueva York, y en el hospital Bellevue. Se licenció como médico en 1875.
Y fue entonces cuando “alumbró” su genial idea: El Sr. Kellogg estaba seguro que el problema de la masturbación radicaba en los inadecuados hábitos alimenticios de la sociedad. Fue por ello, que ideó unos cereales para la hora del desayuno. Su particular panacea. Con ello, llegó a fundar la empresa “Corn Flake Company” que más tarde se llamaría Kellogg Company. Con sus terapéuticos cereales, más bien insípidos, el buen hombre intentó conseguir una sociedad pura y casta, a su propia imagen y semejanza personal. Y es que el amigo Kellogg, predicaba con el ejemplo.
El 22 de febrero de 1879 se casó en Nueva York con Ella Ervilla Eaton (1853-1920). Y, atención al dato: según el propio Kellogg, el matrimonio nunca llegó a consumarse (lo cual, por cierto, es un curioso contrasentido religioso). En sus escritos indicaba que se trataba de una abstinencia sexual libremente elegida conforme a sus principios. Como consecuencia de esto, la pareja incluso llegó a vivir en casas separadas. Obviamente, no tuvieron hijos biológicos, sin embargo, criaron a más de cuarenta, adoptando legalmente a siete de ellos antes del fallecimiento de ella en 1920. El Sr. Kellogg murió en 1943. De su pensamiento, también se conoce que era contrario a los preservativos y al amor libre…y se postulaba a favor de la ablación química.
No sabemos si sus famosos cereales obtuvieron algún efecto terapéutico pero su empresa fue (y aún es) lucrativa como pocas. Quien más y quien menos, seguro que los ha probado alguna vez. En adelante, se recomienda observar si su consumo…disminuye la libido.